La trascendencia de la toma de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini
Quizás por haber sido alumno de un colegio con características similares (por su dependencia de la UBA), o por haberme plegado a protestas organizadas por el centro de estudiantes en su momento y haber faltado a clases por ese motivo, la noticia de la toma en el Carlos Pellegrini me interesa particularmente.
Por lo que dicen los medios (que Cris nos proteja de ellos y sus intereses) el Centro de Estudiantes del colegio se ha manifestado en protesta por las designaciones de algunos docentes del departamento de historia y han decidido “tomar” el colegio (lo que en este caso particular implica no ir a clases pero no impedir el dictado de las mismas).
Como respuesta, las autoridades han decidido contabilizar las faltas de aquellos que no concurran a las clases desatando la ira de los estudiantes agrupados. Lo que se cuestiona ahora es la calidad democrática del colegio y se critica el “desconocimiento de las asambleas”[i] de alumnos por parte de la dirección.
Ahora bien, supongamos que un día de estos vos invitás a unos amigos a tu casa. Comen algo, toman unas copas de vino y de repente a uno se le ocurre que tu pared, en lugar de blanca, debería ser verde. Luego de horas de argumentar por qué te parece mejor que sea blanca, todos tus amigos decidieron que estás equivocado y que tenés que pintarla de verde.
Llegado el caso, lo que finalmente vas a decirles es que apreciás mucho sus comentarios y sus ideas, que seguramente las dicen con mucha buena fe, pero que tu pared se queda blanca porque a vos te gusta así. Y punto.
Algo parecido sucede en el colegio Pellegrini. Por más acertados que pudieran llegar a estar los alumnos, el sistema participativo tiene límites. A saber, que empieza y termina donde el dueño de casa lo decide.
Es así como en tu casa el color de la pared lo decidís vos; en un quiosco el lugar donde va a estar la heladera de Coca-Cola lo decide el encargado; y en un colegio el aula donde va a cursar 5o 3a la elige el director.
Si el director creyera que la mejor manera de llevar adelante un colegio es pidiéndole opinión a los alumnos, docentes u otros empleados, entonces genial. Lo mismo si el quiosquero hiciera una encuesta entre sus clientes para ver dónde deja la heladera.
Sin embargo, si esto no sucede, la democracia no tiene lugar y, de hecho, intentar ejercerla implica imponer la voluntad de alguien sobre algo que no le pertenece. Si yo decido manejar tu auto sin tu permiso (imponer mi voluntad sobre algo que no es mío, sino tuyo) vos vas a pensar que soy un ladrón.
De la misma forma, intentar imponer la voluntad de una mayoría en aquellos ámbitos privados donde no se haya solicitado la opinión del grupo, implica robarse uno de los derechos más fundamentales del hombre, como decidir sobre su trabajo, sus posesiones y, finalmente, su vida.
Tomar un colegio a edad temprana es algo que puede resultarnos simpático, algo “de chicos”. Sin embargo, detrás de estas medidas se esconden las premisas filosóficas del abuso y del autoritarismo más clásico.
[i] Declaraciones de la Presidente del Centro de Estudiantes. http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-165272-2011-03-31.html
Fui a un colegio privado asi que no conozco bien de cerca como funciona la vida politica en los colegios. Si tuve la oportunidad de vivir de cerca en la facultad de sociales a la cual asisto (es una buena pregunta pensar si me pertenece por ser alumno, por pagar los impuestos o lo que sea) de como un grupo de estudiantes toman decisiones casi siempre arbitrarias en supuesta representacion de la masa de alumnos. Tal vez esoy acostumbrado a ese mucho mas verticalista con el que creci en un colegio privado, pero creo que si bien no esta mal que los alumnos (secundarios o universitarios) opinen y tengan su representacion, hay que respetar la autoridad de quienes al menos la tienen un poquito mas clara por haber vivido un poco mas. Total despues habra tiempo para mandarse cagadas.
ResponderEliminarSaludos
Los alumnos pueden opinar pero no decidir
ResponderEliminarCuando el alumno piensa que puede enseñar algo es el maestro el que olvida la lección.
ResponderEliminarAnacoreta, qué bueno tenerte por acá. Creo que coincidimos bastante en el fondo, pero agregaría que no necesariamente el director del colegio la tiene más clara.
ResponderEliminarPor ahí podemos estar ante la situación de que los alumnos tengan una mejor idea sobre determinada cuestión y, en ese caso, si por ello decidieran tomar el colegio, tampoco me parecería correcto.
Como dice Alejandro, dado el tipo de organización que tiene este colegio, los alumnos pueden opinar, pero no pueden tomar la decisión final.
Finalmente, Ignacio te diría que no sé si estoy tan de acuerdo con tu afirmación. Si quiere decir que un alumno no puede nunca enseñar nada, entonces no comparto.
Si indica otra cosa, entonces no llegué a comprenderla.
Saludos!