“Yo quiero decirles que me siento muy feliz en el día de hoy porque a ese Fútbol Para Todos ahora se suma este Deporte Para Todos los argentinos. Para que todos los argentinos puedan disfrutar libremente por la televisión abierta de cosas que no lo podían hacer si no tenían su cable, su abono, su pago (…) chicos que vieron después de catorce o quince años, por primera vez fútbol en su casa… cosas tan simples, de tan simples que parece mentira que no se podían realizar…”
La anterior es una cita textual del discurso con el que la presidenta anunció el programa “Deporte Para Todos”. Dejando de lado el reproche al redactor del mismo (que debe haber reprobado Lengua en sendas oportunidades), me gustaría en esta oportunidad debatir esta última aseveración: ¿Si era tan simple brindar deporte para todos, por qué no se hizo antes?
Lo llamativo de todo esto es que la mismísima primera mandataria nos dio la respuesta minutos después:
“A mí la verdad… yo no miro los partidos de futbol por televisión”
¿Pero Cómo? Si el fútbol es un “bien social”, un “bien público”[i], si es una pasión de los argentinos, cómo es posible que CFK no siga el campeonato ¿Será que es francesa, española o chilena?
Nada de eso. Es argentina con domicilio en provincia de Buenos Aires, al igual que las muchas mujeres que prefieren hacer otra cosa en lugar de mirar fútbol por TV.
¿Y cuántas mujeres son las que nunca en su vida miraron un partido de Rugby –que ahora será incluido en las programaciones gratuitas-? ¿Y a cuántos hombres sólo les interesa el fútbol pero jamás mirarían un partido de Vóley? ¿Cuántos tuercas no miran fútbol? ¿Cuántos futboleros no miran el TC2000?
Este es el principal motivo por el cual el deporte no es para todos. Simplemente porque no todos están interesados en el deporte. No existe el deporte como interés nacional, pasión de los argentinos o bien público. Existe como interés de algunos, pasión de otros y bien privado.
Aceptémoslo Nalbandián, muy pocos miran tus partidos en Argentina… Ni hablar de los Milincovic o los Meana. ¿Quién se fuma la liga argentina de Vóley? Nadie.
Son públicos minoritarios, son nichos que algunos empresarios identifican y buscan satisfacer su necesidad a cambio de alguna compensación. Así funciona. El esfuerzo para transmitir se ve compensado por el televidente interesado, es una relación de dos en donde ambos quedan contentos.
Con el “Deporte para Todos” la relación cambia. Cristina no mira fútbol pero le paga la transmisión a los futboleros. El esfuerzo por transmitir lo compensa el dinero de los impuestos, y los beneficiados son de nuevo el transmisor y los televidentes, pero a costa de un tercero que no mira ni televisa.
Entonces estimada Presidenta: El fútbol, como cualquier otro deporte, no es para todos porque no a todos nos gusta el deporte –de hecho usted lo admite-. Si a usted no le molesta financiar la transmisión de los partidos de Racing, la invito a que cree una fundación. Pero no tome mi dinero coactivamente para semejante injusticia.
[i] Son palabras textuales extraídas del discurso de la presidenta que puede verse completo en estos dos links:
JAJAJAJAJAJA!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarPero es que le das en el clavo justo. El argumento más fuerte que mantienen esta señora y sus adláteres es que ella hace todo "desinteresadamente" por su pueblo, que no puede hacerlo por sí mismo porque es tonto... Ni siquiera podemos elegir si queremos ver tele...
Aunque pensándolo bien, quizás, al final, logre una buena cosa: que la gente deteste la tele y se ponga a leer. Que termine eligiendo, como el hijo de Fosca, lo único que no le es dado. Aunque claro, no es ni la mejor manera de elegir, ni un acto de libertad tan libre como lo sería de existir, verdaderamente, opciones.