viernes, 18 de febrero de 2011

Escra-Che

En la última semana, los medios de comunicación se alarmaron porque, de ahora en más, tus hijos van a ir al colegio y les van a enseñar a escrachar gente. Bueno, en realidad, no es tan así.

Lo que sucede es que –para el ciclo lectivo 2011- el Ministerio de Educación Bonaerense anunció que en la materia “Política y Ciudadanía” (¿?) se va a estudiar el escrache como forma de manifestación ciudadana. Hasta aquí la primer parte del título de hoy.

En cuanto a la segunda parte, la editorial “La Marca” anunció la publicación de un libro que en forma de cuento realza la vida de nuestro celebérrimo guerrillero Ernesto Guevara. Por supuesto, el Ministerio de Educación ya preseleccionó el cuentito para que pase a integrar las bibliotecas de las escuelas de educación primaria.[i]

Sobre los escraches, no podemos disentir con el Ministro Bonaerense en que éste forma parte de “las formas en que el mundo contemporáneo ha visto manifestarse a la sociedad[ii] Por otra parte, el término escrachar usado familiarmente implica poner en evidencia a alguien, lo que no siempre tiene que implicar una actitud fascista. En conclusión, creo que si estuviera pensando estudiar Ciencia Política o alguna disciplina afín estaría más que encantado de poder analizar este tipo de manifestaciones desde una perspectiva crítica y objetiva.

Respecto del médico devenido en conductor de la Revolución Cubana, bienvenida sea la publicación de un libro que lo santifique. De hecho, sobran películas que lo hacen y nadie nunca dijo nada. El tema es que cuando aparezcan los “Videla para principiantes” o “El niño Adolfito” también los podamos apreciar como manifestaciones de la libertad de expresión a la que cada individuo tiene derecho y la que no siempre traerá las mejores creaciones.

Ahora bien, seguramente -contrario a mi pensamiento- existan padres que crean que sus hijos no deben ir al colegio para entender qué es un escrache, sino más bien para recibir información que les permita conseguir un buen trabajo. Otros argumentarán que materias tan específicas deberían corresponder a otro tipo de estudios y no a un secundario y habrá otros (los alumnos, por ejemplo) que queden más que satisfechos de ir al colegio y que la profe hable de los escraches mientras ellos puedan seguir jugando al truco.

En la misma línea, muchos se opondrán a la imagen que el cuento le da al revolucionario Guevara. Muchos insistirán en que los medios no justificaban sus fines, en que cometió crímenes aberrantes y que definitivamente no le gustaría que su hijo reciba esta versión lifting de la realidad.

Hasta aquí, todas posturas válidas o defendibles desde alguna perspectiva. Sin embargo, todos sin excepción iremos al colegio y aprenderemos sólo una de estas posturas. O escrache, o no escrache. O el “Che” fue un “ejemplo en cuanto a sus valores, a su compromiso con el bien común y a su solidaridad”[iii] o el “Che” fue tan malo como la dictadura que combatió.

La verdad quedará en manos del Ministerio. Y si bien se supone que al Ministro de Educación lo designó la autoridad que “el pueblo” eligió –presidenta, gobernador, jefe de gobierno- la realidad es que vos no sos el pueblo (porque cuando somos todos no es nadie) y vos no tenés ganas de mandar al chico al colegio para después tener que tomarte el doble trabajo de explicarle que los valores del “Che” eran más parecidos a los de Mubarak que a los de Sarmiento o que el bien común es la entelequia usada para beneficiar a unos en perjuicio de otros.

Finalmente, probablemente sí termines con ganas de darle una clase práctica de escraches yendo a la puerta del colegio a exigir que se enseñe como corresponde.

O por ahí, nos animamos un poco más y exigimos que nunca más un ente centralizado y omnisapiente sea el que decida qué es lo mejor que deben estudiar nuestros hijos.

5 comentarios:

  1. Jajajaja, darle una clase práctica y Videla para Principiantes me mató.

    Concuerdo. Pero para el caso en realidad siempre tenemos una versión. Es una idea muy linda que pudieramos ver todo objetivamente pero un poco demasiado ilusoria. Asi q uno recibe una version, y con el tiempo y madurez discierne y elige. Con tiempo también se da cuenta que hay otras versiones.

    No quita que yo quiera enseñar mi versión!! Obvio.

    Saludos

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  2. No creo que el "che" sea ejemplo de nada, pero si creo que es parte de la historia. Y no creo que "escrachar" sea el modo correcto o LA forma de manifestar, pero es parte de nuestro presente.
    Cual o a quién es la críticade su artículo?? Al programa de la materia “Política y Ciudadanía”??? A los "ilustres" que seleccionan lo que deben estudiar nuestros hijos??? La bajada de línea de la cúspide?? La educación pública obligatoria???
    Este mismo plantéo podría tambien existir en una sociedad con solo educación privada.

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  3. Bien, IDUD'A, yo para nada pretendo que haya una versión "objetiva" aunque crea que, en algunas cosas, la realidad es de una manera y no de otra.

    Y concuerdo con Bulnes en que Guevara es Historia y en que escrachar es una forma de manifestación que existe en la realidad.

    Mi punto, y vale para ambos comentarios, es que si los programas de los colegios los debe aprobar el Ministerio de Educación, lo más probable es que sólo terminemos escuchando una versión de los hechos -la que le caiga mejor al gobierno-.

    Y esto también pasaría si toda la educación fuera privada pero el gobierno siguiera monopolizando los contenidos educativos.

    Creo que para que convivan todas las versiones, para tener todas las campanas como una sociedad democrática debería tener, el control estatal no es una ayuda sino una traba.

    Cada colegio debería ser libre para decidir qué quiere enseñar y qué quiere dejar de lado, y cada alumno (o sus padres dependiendo el caso) deberían ser libres de decidir en dónde estudiar de acuerdo a sus perspectivas y expectativas.

    Saludos!

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  4. Fernando
    Muy interesante como planteo filosófico pero muy complicado para su instrumentación.
    Si cuando uno quiere enviar el hijo al colegio se tiene que informar de las tendencias de los contenidos de cada uno, es imposible.
    También es cierto que no es garantia que el Ministerio de Educación los imponga, sobre todo si los utiliza como forma de adoctrinamiento y no de educación. Lo que es muy común en los gobiernos totalitarios, o en los demócraticos con ánimo de perpetuarse indefinidamente en el poder.
    Un organismo independiente del gobierno y el tiempo, es quizas lo que nos puede dar mas objetividad en la elección y relato de los hechos.

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  5. Bueno Fernando está bueno el planteo pero si te ponés a pensar...

    ¿Vos fuiste a todas las pizzerías de buenos aires? ¿Vos conocés todos los cines del país? Probablemente no y sin embargo cuando vas a comer pizza estás conforme.

    Probablemente la pizzería la elegís por la cercanía a tu casa, porque te la recomendaron, porque en el laburo alguien contó que la semana pasada fue y está buenísima...

    Entonces vos vas y probás. Por ahí te gusta, por ahí no.

    Creo que en un sistema de educación libre y descentraizada pasaría algo parecido. Nadie sabría las "especificaciones técnicas" de todos los colegios existentes antes de enviar a su hijo, pero te informarías medianamente bien, te guiarías por los comentarios del resto, por la fama, por el prestigio, por la evolución que tuvieron los egresados si es que conocés alguno, etc.

    Pretender el conocimiento perfecto es imposible -como vos decís- pero también es un ideal absolutamente innecesario. Para este caso creo que también.

    Abrazo!

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